Acerca de Diplomado en Formación y Juegos de Gamificación y Aprendizaje basado en Juegos
La integración de juegos ha adquirido gran relevancia en el campo de la innovación de los contextos de formación. Cada vez son más los intentos por hacer del aprendizaje un proceso divertido y significativo a través de elementos lúdicos. Sin embargo, no se trata únicamente de introducir elementos de juego en contextos tradicionales de formación. En el fondo se trata de usar los juegos como catalizadores para la transformación de los propios escenarios de formación. Esta integración tiene dos formas posibles, y en algunos casos complementarias: la gamificación y el aprendizaje basado en juegos.
La gamificación se define como el uso de elementos del diseño de juegos en contextos diferentes al lúdico (Deterding, Dixon, Khaled, & Nacke, 2011), en este caso en contextos de formación. Las investigaciones en el área han mostrado los efectos positivos de este tipo de metodología en el aprendizaje, sobre todo en la motivación y el compromiso de los aprendices (Dicheva, Dichev y Angelova, 2015), encontrando que los que los aprendices motivados intrínsecamente, obtienen mejores resultados, se desempeñan mejor y tienden a participar más en su proceso de aprendizaje (Hanus & Fox, 2015; Liu, Bridgeman, & Adler, 2012).De otro lado, el aprendizaje basado en juegos (ABJ) hace énfasis en el diseño o adaptación de juegos con resultados de aprendizaje deliberados (Shaffer, Halverson, Squire, & Gee, 2005). Esta metodología trae consigo muchos beneficios a los procesos de formación y comparte algunos con los sistemas gamificados, tales como el aumento de la motivación (Hidi & Renninger, 2006; Rotgans & Schmidt, 2011) y el compromiso por parte de los aprendices (Domagk, Schwartz, & Plass, 2010). Así mismo, el ABJ presenta interesantes posibilidades de adaptabilidad, que hacen referencia a la personalización y reconfiguración del juego según las necesidades e intervención del usuario (Andersen, 2012; Leutner, 1993; Plass, Chun, Mayer, & Leutner, 1998; Turkay & Kinzer, 2013). Y también la posibilidad del llamado “fail gracefully” donde el fallo o error son algo deseable e incluso diseñado como parte del proceso (Kapur, 2008; Kapur & Bielaczyc, 2012; Kapur & Kinzer, 2009; Plass, Perlin, et al., 2010).Un ambiente gamificado o un juego diseñado adecuadamente para el aprendizaje, privilegia la autonomía y elección del aprendiz (ej. velocidad de avance, tipos de actividades a completar, nivel de dificultad, etc). En estos casos, la motivación del aprendiz se ve favorecida, debido a la posibilidad de evidenciar su progreso, superar retos, recibir retroalimentación en la forma de reconocimientos, puntos o acceso a nuevos niveles. Por otra parte, el jugar para aprender favorece la resolución de problemas y permiten orientar los esfuerzos de formación hacia un aprendizaje significativo basado en la construcción de conocimiento, en donde la persona que aprende es la protagonista.
Tanto la gamificación como el aprendizaje basado en juegos tienen un inmenso potencial para la estructuración de programas o actividades de formación. Debido a su flexibilidad, estas metodologías tienen cabida en una multiplicidad de contextos de formación y con gran variedad de personas. Además, adecuadamente adaptadas, se pueden convertir en escenarios de evaluación, que den información sobre el nivel actual de las competencias de quien juega, al tiempo que permiten identificar con claridad los puntos a mejorar sobre estas.
Este diplomado explorará tanto la gamificación en la forma de prácticas de formación que usan elementos de juego, así como el aprendizaje basado en juegos en el cual se utilizan juegos comerciales y serious games para favorecer el desarrollo de habilidades específicas en las personas. Estas dos aproximaciones pueden resultar complementarias en el marco de la inserción del juego en los procesos de formación o se pueden abordar de forma diferenciada dependiendo de los objetivos de aprendizaje.